Entrevista a José Rodríguez
PARTE II
*Fragmentos del trabajo realizado por Cristina Ponciano para Servicio Latinoamericano de Información en Salud. La periodista, quien buscaba una entrevista con el doctor Sinn, fue remitida por un discipulo de éste, el profesor Tomoyuki Manabe, al consultorio de José Rodríguez en Santo Domingo.
Claro que sí, es necesario convertirlo en parte de nuestra agenda y soltar todo lo que nos envuelve en la rutina y vaciarnos de todo lo que creemos y no creemos. Así favorecemos el silencio mental que nos permite la auto-escucha para el conocimiento y la comprensión del sí mismo. Realizar actividades en las que podamos actuar racional e irracionalmente con libertad, en lo inmediato nos reporta el beneficio de equilibrar los dos hemisferios cerebrales. Para los que les interesa este reposo, disponemos de un hermoso lugar en la cordillera Central que justamente se llama Estancia de Reposo y Actividades Terapéuticas.
Como siguen apareciendo reposos, me imagino que habrán para la boca o el estómago
Pues sí, ese sería el reposo digestivo. Este es uno de los más valiosos o el más valioso de los reposos, así ha sido considerado desde la antigüedad. Las religiones y las culturas que han pretendido ver globalmente al ser humano han concedido gran importancia al ayuno periódico por considerarlo una fuente de vitalidad y sanación. Además, los sistemas terapéuticos más coherentes de intervención y promoción integral de salud, reconocen, cada vez con mayor énfasis, la importancia del ayuno, porque es el medio más inofensivo para que el metabolismo se descargue, el tejido conjuntivo se purifica y el cuerpo elimina gran cantidad de toxinas.
Al ayunar le concedemos al sistema inmunitario una pausa para tomarse un reposo, dándole la oportunidad de regenerarse. El nivel de regeneración más importante se registra en la flora intestinal, la eliminación de las toxinas metabólicas y la limpieza del tejido conjuntivo.
¿Pasar hambre y ayunar son lo mismo?
No, para nada. La renuncia al alimento de manera impuesta, no es ayuno. Para ayunar se requiere una decisión consciente y una actitud de desconexión, relajación y de reconciliación con la totalidad de lo que somos.
¿Por qué, tratándose de un recurso de sanación tan interesante y tan útil, el ayuno no se generaliza más entre la gente?
En primer lugar, es preciso retratar sociológicamente el sistema de organización social que tenemos, en el que todo (hasta la enfermedad) se convierte en un gran negocio, porque la sociedad está gobernada por principios económicos y no humanos. Además, se nos programa psicológicamente para el acopio permanente, para recibir y buscar más de lo que necesitamos. Esto no se detiene en nuestra forma de alimentarnos, sino que se extiende a todas las demás cosas de la vida: dinero, ropa, sexo, poder, etc., etc., porque no importa el ser sino el tener…
Este modelo de sociedad produce seres humanos con un bajo nivel de autorrealización interior, por lo tanto, el sujeto cargado de estrés, insatisfacción, ambición, violencia y ansiedad, termina, generalmente, refugiándose en la comida.
Entonces, una sociedad así no puede legitimar una práctica terapéutica como ésta ni el estilo de vida que sugiere.
¿El reposo digestivo o ayuno tiene alguna contraindicación?
Bueno…sí. Puede ser incompatible cuando hay por el medio enfermedades metabólicas como la diabetes, las disfunciones de los órganos excretores (hígado y riñones), perturbaciones psíquicas y cardiovasculares, ah! y también, si se sufre de enfermedades agudas.
En todos estos casos, si hay gravedad, es mejor abstenerse de ayunar, de hacerlo debe ser bajo control médico. Como en todo, es necesaria la prudencia y una actitud inteligente. Por ejemplo, si usted nunca ha hecho un ayuno y de repente, sin información alguna se tira a ayunar, sin tomar en cuenta: su situación particular, el tiempo programado, la cantidad de líquido a beber y la forma de romper dicho ayuno; usted no podrá obtener nada positivo.
Entonces el ayuno no es una actividad terapéutica tan espontánea
Así mismo, implica cierta planificación, pero cuando te abres a esa experiencia periódicamente, no tardas en reconocer el bienestar psicofísico que aporta, su gran valor para activar los mecanismos de autorregulación del cuerpo. Además, favorece el proceso de curación de enfermedades crónicas. Podemos concluir en que el ayuno, como intervención terapéutica, es muy útil, inofensivo y al alcance de cualquier persona.
A pesar de lo interesante que puede resultar la propuesta ¿Usted de verdad cree que está al alcance de cualquier persona?
Cuando digo que está al alcance de toda persona, me refiero a que no hay razones de tipo económico que puedan intervenir para impedirlo. Ciertamente que esto no es para cualquier persona. Esto es para ser escuchado por personas de cierto nivel de evolución o de madurez mental y emocional. Personas que pueden discernir frente a muchas cosas, entre ellas, la regulación que impone el sector farmacéutico, a través de múltiples mecanismos de manipulación del sistema sanitario vigente.
¿Cómo percibe la clase médica todo esto?
La pregunta ya se ha formulado bajo el condicionamiento de un discurso cerrado, único y excluyente. Cuando existen muchos tipos de medicinas y de médicos. Aparte de la medicina alopática, que es la que auspicia el sistema sociopolítico actual, existen otras medicinas con un gran cuerpo conceptual y metodológico para actuar eficientemente en el campo de la salud.
Ahí tenemos la medicina tradicional china, ganando reconocimiento en todo el mundo, hasta de la propia Organización Mundial de la Salud (OMS). Si la medicina tradicional china ha prevalecido durante milenios hasta extender su práctica por todo el mundo, es por algo.
Finalmente, es bueno que quede claro que el ayuno ha sido un recurso terapéutico presente en todos los tiempos, en las manos de los grandes médicos desde la antigüedad, pasando por la Edad Media, hasta el presente: Hipócrates, Paracelso, Weihofen, Gerhard, Werner Zabel y Blurnen.
1 comentario:
gracias.doctor rodriguez ,hablenos mas de su estancia de reposo.
si hubiese mas articulos asi tendriamos mas vida.Ana.
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