lunes, 11 de febrero de 2008

Hacia una estrategia de supervivencia


Por fin iniciamos la difusión de este trabajo, propuesto para no seguir chocando con la indiferencia y la sordera de quienes están llamados a escuchar y alentar una energía social, a favor de un cambio de comportamiento.

El resultado es que las urgencias que imponen los cambios planetarios nos sorprenden con un país que no ha sabido invertir en la producción de capital social y humano; un país donde al liderazgo social y político parece no importarle, en absoluto, la suerte de una sociedad en el trance del ocaso; donde padecemos de una inconsciencia nacional que nos impide actuar en defensa propia. Por esta y otras razones, no alcanzamos la condición de ciudadanos, sino de gente que sobrevive en un lugar llamado República Dominicana.

Es un asunto de soberanía preservar nuestros recursos y, en seguida, pensar en ¿Qué producir? ¿Cómo producir? ¿Para quién producir? ¿Cuáles son las políticas públicas que tenemos para utilizar y preservar nuestra biodiversidad?

En la biodiversidad tenemos una gran arma defensiva para enfrentar problemas tan serios como nutrición y soberanía alimentaria. Las amenazas que pesan sobre nosotros como colectivo, son gravísimas.

Los tratados de libre comercio, el modelo neoliberal y el calentamiento global pueden tener consecuencias que preferimos, por ahora, callar. Deseando que esta iniciativa se traduzca en experiencia, propuesta y reflexión, que despierte en nosotros nuevas inquietudes entorno a las herramientas que empleamos para resolver nuestros problemas y cambiar la forma de verlos.

Las herramientas son clave en la formulación de cualquier estrategia. En el apego o la dependencia hacia las técnicas establecidas perdemos de vista otras soluciones. En esta perspectiva, Abraham Maslow decía: “cuando la única herramienta que tienes es el martillo todos los problemas empiezan a parecerse a un clavo”.

De esta manera, queremos llamar la atención entorno a los recursos comestibles que tenemos, que permanecen al margen, en un país con unas estadísticas alarmantes de desnutridos. Según los últimos informes de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), más de dos millones de dominicanos son afectados por el hambre, es decir, el 27% de la población.

Con la preservación y uso de tantos recursos subutilizados podríamos fomentar la soberanía alimentaria de nuestro pueblo. Esto es ignorado por quienes elaboran las políticas públicas, toda la problemática, incluso la amenaza creciente de los transgénicos, es excluida de las agendas de investigación y desarrollo.

No podemos responder colectivamente, pero comencemos de manera personal. Invitamos a esta tribuna a todos aquellos que puedan proporcionar información al respecto.

Hoy comenzamos con los trabajos sobre hongos comestibles de la República Dominicana, realizados por el biólogo dominicano Omar Paíno Perdomo. Saludamos este esfuerzo por buscar y buscarnos dentro de nuestra propia referencia. No llegamos a comprender por qué este tema se ha mantenido marginado, pues son escasas las iniciativas de este tipo. ¿Dónde están las universidades nuestras? ¿Qué profesionales estamos formando y para qué?

Es un honor para nosotros que esta persona (O. P. Perdomo) se haya inscrito en esta perspectiva. No olvidemos aquellos que como el profesor Marcano (ya fallecido) y la nutricionista alemana doctora Brigitte Mussgay han aportado de manera determinante. El primero, con sus investigaciones sobre los recursos comestibles que no utilizamos y la segunda, con la publicación de la primera tabla de composición de alimentos de la República Dominicana (1984) y los trabajos que realizamos en el Programa de salud comunitaria del Centro Dominicano de Educación Ecológica (CEDECO) (1994).

Merece mención especial el hecho de que el profesor Juan Bosch, como pedagogo social, en sus alocuciones radiales de aquellos viejos tiempos, nos alentaba a conocer y hacer un mejor uso de nuestros recursos alimentarios para vivir en función de lo que tenemos. Esto así por ser conocedor de nuestra historia de hambre y sobrevivencia, perseguidos por modelos que siempre han negado nuestro derecho a existir. Las devastaciones de Osorio y los modelos de monocultivo de caña (destructores de la biodiversidad) son algunos ejemplos de la época colonial.

Pedro Mir nos ilustra con los tres tomos de la Historia del hambre, donde habló de gente lánguida afectada porque en los campos sólo había caña.
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Interpretación de los símbolos




















¿Qué son los hongos?
Características principales:
  • Principal grupo de organismos descomponedores.
  • Nivel de organización unicelular, pluricelular o dimórfico;
  • El cuerpo vegetativo o soma, que recibe el nombre de talo, nunca presenta vasos conductores, en la mayoría de los casos está constituido por filamentos o hifas cuyo conjunto recibe el nombre de micelio, el cual puede ser uninucleado, binucleado, multinucleado o bien pluricelular;
  • El núcleo es eucarióntico y generalmente pequeño;
  • Las paredes celulares están constituidas principalmente por quitina;
  • Carecen de clorofila, pero muchos hongos tienen pigmentos que le proporcionan coloraciones muy diversas (amarillas, rojas, anaranjadas, azules, violetas, grises, negras, etc);
  • La división celular es mitótica y meiótica;
  • La respiración es fundamentalmente aerobia, aunque hay hongos microaerofílicos o anaerobios facultativos;
  • La nutrición es heterótrofa, la obtención de alimentos es de tipo absorbente; Poseen un sistema de reproducción asexual y sexual.

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Artomyces pyxidatus (Pers.) Jülich

Clasificación

Orden Auricalpiaceae

Familia Russulales
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Píleo: 10-50 mm, pálido, crema o amarillo pálido cuando joven. Superficie del píleo: lisa. Margen del píleo: liso, con apariencia de corona. Forma del píleo: ramificada. Himenio: liso. Estípite: 1-3 mm, del mismo color del píleo. Posición del estípite: céntrico a excéntrico. Superficie del estípite: liso. Anillo: ausente. Forma y contenido del estípite: sólido. Base del estípite: inserto, cespitoso. Olor: ligeramente agradable. Sabor: picante suave.


Sustrato: suelo.

Altitud: 700-800 msnm.

Distribución: Provincia de La Vega: Reserva Científica Ebano Verde, sendero de Loma Casabito a El Arroyazo.






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Glosario

Anillo: estructura en forma de collar, de aro o de cortina que cuelga de la parte superior del pie. Se forma por el desgarramiento del velo o cortina que cubría a las laminas en el estado juvenil del hongo. Generalmente el anillo es muy delicado y efímero, ya que puede desaparecer fácilmente. Puede ser sencillo o doble; este último caso, es cuando el margen del anillo o velo se divide en dos a todo lo largo, semejando finalmente la formación de dos anillos.

Asexual: en los hongos, tipo de reproducción que no involucra cariogamía y meiosis.

Cespitoso: crecimiento de tipo cespitoso se refiere a aquellos hongos con cuerpos fructíferos unidos en la base del estípite, de tal manera que crecen muy próximos unos de otros, semejando el crecimiento del pasto, de ahí el nombre del latín (caespitosum).

Dimórfico: se refiere a un hongo que tiene la capacidad de crecer en la forma micelial o en la forma de levadura, según las condiciones en que se encuentre.

Estípite: parte que sostiene el píleo del hongo. Generalmente es central y cilíndrico, aunque también puede ser excéntrico o lateral, largo o corto.

Eucarióntico: organismo cuyas células poseen núcleos verdaderos, mitocondrias, retículo endoplasmático, dictiosomas, vacuolas y ribosomas, entre otras características, con un grado de organización de las células más complejo que el de un organismo procarióntico.

Heterótrofo: organismo incapaz de sintetizar carbohidratos a partir de elementos inorgánicos , por lo que requiere de materiales elaborados para nutrirse.

Hifa: unidad estructural de los hongos, filamento tubular que en conjunto con otros filamentos forma la fase vegetativa o micelio.

Himenio: agregado de ascos o basidios y de estructuras estériles con ellos relacionadas formando una capa continua. Superficie fértil del hongo. Corresponde a la parte del cuerpo fructifero o reproductor de un hongo .

Hongo: organismo heterótrofo, saprofito o parásito, cuya estructura somática es generalmente filamentosa y ramificada. Los hongos poseen paredes celulares y se reproducen sexual y asexualmente.

Meiosis: (disminución, aludiendo al número de cromosomas). Una serie de dos divisiones nucleares que pueden ser consecutivas o no, pero siempre sucesivas, en la que el número de cromosomas se reduce a la mitad. Corresponde a la última fase de la reproducción sexual.

Mitosis: división normal del núcleo en la que se diferencian los cromosomas y éstos se dividen y reparten de forma que resultan dos núcleos hijos con el mismo número de cromosomas del núcleo padre.

Píleo: parte superior del cuerpo de los hongos. Genralmente debajo del sombrero se desarrollan las láminas, poros, dientes, venas. Es en este lugar donde se forman las esporas que reproducen el hongo.

Reproducción asexual: tipo de reproducción que no requiere de la unión de dos núcleos.
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Reproducción sexual: tipo de reproducción que requiere de la fusión de dos núcleos compatibles .

Sexual: tipo de reproducción que involucra plasmogamia, cariogamía y meiosis. Se opone a asexual.

Sustrato: es el lugar donde crece el hongo. Ej. suelo, mantillo, madera, estiércol, hojarasca, etc.

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