lunes, 20 de abril de 2009

DE VUELTA A LA VIDA


Redacción Vida X Vida


En este tiempo la realidad virtual está de moda, urge rescatar lo virtuoso, deshacerse de lo aparente para asumir lo que realmente nos atañe. ¿Por qué permanecemos indiferentes ante el umbral del colapso ecológico? ¿A dónde estás tú? ¿A dónde estoy yo?

Ante nosotros crece la lista desoladora de cientos de ríos muertos y extensiones de tierra cada vez más grandes sin árboles y sin suelo productivo. Esto se ha convertido en una imagen familiar.

Es manifiesta la indiferencia y la indolencia del estado, del liderazgo político-social y de todos nosotros, parece no importarnos para nada que la deforestación devore anualmente enormes superficies forestales de nuestro país, mientras que sus causas preferimos ocultar y callar. Acaso no es estremecedor saber que alrededor del 70% del territorio dominicano presenta déficit de humedad entrando a la categoria de "árido, semiárido o subhúmedo y seco", según indica el Plan Nacional Contra la Desertificación y la Sequía, elaborado por la Secretaría de Medio Ambiente con el apoyo de Naciones Unidas en el año 2006.

Estamos interrelacionados. EL árbol está presente con el oxígeno (O2) en el aire que nosotros respiramos; ese oxígeno que nosotros respiramos lo cambiamos por un anhídrido carbónico (CO2) que nosotros exhalamos desde nuestros pulmones hacia el aire y el árbol respira este CO2. Nosotros no podemos cambiar esta relación, esta dada así, solo intervivo con el árbol. Esto suena muy sencillo, pero es muy necesario para entender la interdependencia de todo lo que vive y existe.

En el territorio del cuerpo humano, podemos encontrar este mismo nivel de interdependencia. Por ejemplo, nuestro cerebro es interdependiente de nuestro corazón, nuestro corazón interdependiente del sistema urinario; el sistema endocrino y todos los sistemas interdependen unos de otros para funcionar en conjunto armónicamente.

Por todo esto, llamamos a la reconciliación con la totalidad de la vida. En el Día Mundial de la Tierra queremos convocar a todos los seres humanos que todavía aman la vida. Encontrémonos para iniciar la gran reconciliación con nosotros mismos y con la tierra que generosamente nos sostiene y alimenta cada día.

Este encuentro implica una reflexión de profunda exploración personal, porque aspirar a una sociedad más sana y más amiga de la vida implica una transformación psico-emocional. Lo que sabemos de nosotros mismos es lo que sabemos del mundo que nos rodea. Con amor y por el amor este desafío, si es asumido, es sanador; porque nos libera del desarraigo existencial que nos impide asumir la vida. Encontrarnos es posible, aprendamos de la Gran Madre - la Madre Tierra, que es apartidista, plural e incluyente.


1 comentario:

Reflexiones dijo...

Hola amigo, Cuan profundo es el problema!. Pienso que debemos llevar estos temas a los niños y jóvenes estudiantes.
En mi trabajo con los ganaderos haré mayores esfuerzos en introducir la problemática ambiental dentro de los temas de nutrición y salud animal.
Saludos.