viernes, 21 de noviembre de 2008

EL ETERNO DESPOJO

"Ningún pueblo ser libre merece si es esclavo, indolente y servil".

Por Dania Batista

En la República Dominicana, como en otras repúblicas bananeras, los políticos se ufanan de entregar el patrimonio nacional a los inversionistas extranjeros. Por su parte, los representantes de esos intereses foráneos se sienten siempre contentos de llegar a un país como este, porque pueden dejar de pagar impuestos, llevarse la mayor parte de las ganancias, tener como garante al Estado Dominicano, estafar al estado declarándose en quiebra, obtener terrenos a precios de vaca muerta, pueden contaminar nuestro ambiente, manipular a la población, jugar con las leyes, imponer leyes, en fin, tantas cosas... 

Para colmo de males, los "grandes beneficios" se quedan en manos de los que gobiernan al más alto nivel y lo más triste es que esos detentadores del poder son una representación de nuestra sociedad. Por eso nuestra política tradicional se hace sobre la base del quitate tú pa` ponerme yo y la gente no se arriesga por nuevas opciones electorales, porque tampoco hay un trabajo constante que valide a las nuevas voces.

Analizando la coyuntura actual sólo podemos ver un panorama desolador. Apagones, precios altos, inseguridad, represión, ostentación y despilfarro de nuestros gobernantes y crisis mundiales (financiera, alimentaria, climática, etc.), muestran una realidad difícil de arreglar o mejorar. No vemos la luz al final del túnel, para la República Dominicana no. Este pueblo perdió sus raíces hace siglos y camina hacia la autodestrucción. Si no cambiamos, si no hacemos profundas transformaciones en nuestra forma de vivir, no habrá nada que nos salve del limbo y de la muerte del espíritu. 

Así, vamos muriendo todos los días, en la impunidad, el desorden y el eterno despojo. La propia desidia nos va fulminando y el servilismo es manifiesto todos los días. 

Parece mentira que, en el siglo XXI, firmemos acuerdos como el que tenemos con la minera canadiense Barrick Gold Corp. para explotar los yacimientos que pertenecían a la otrora Rosario Dominicana. 

El contrato presenta elementos sumamente preocupantes. Por ejemplo: la empresa puede explotar los yacimientos por 25 años extensibles a 75; tienen permiso para desviar el curso de corrientes de agua, excavar, hundir, usar, consumir o destruir superficies; el Estado les proveerá todos los derechos de agua necesarios para realizar las operaciones (…) de una fuente permanente y fiable (…) sin cargo adicional alguno…; el país solo va a obtener un 3.2 % de las entradas netas por las ventas y 3, 500 empleos directos.

La multinacional "tendrá el derecho a exportar todos los productos producidos u obtenidos mediante sus operaciones. Tal exportación estará sujeta a las Leyes de exportación, pero estará exenta de todos los impuestos, tasas, aranceles, cuotas administrativas u otros cargos relacionados con la importación o exportación de bienes o servicios". 

A solicitud de la empresa (...) el Estado expropiará los terrenos que ésta considere necesarios para la operación del proyecto...  

Mientras más leo el contrato, más me asqueo, más me duele el alma y más me convenso de la gravedad que representa la presencia de esta corporación en nuestro país.

Para ser la empresa más representativa del mercado del oro, la Barrick Gold ha tenido que jugar sucio y hacer desastres significativos en los países donde se ha instalado. Desastres que van desde la contaminación de suelos y aguas subterráneas, hasta la destrucción de glaciares y la injerencia en conflictos sociales.

Nota: El Contrato Especial de Arrendamiento de Derechos Mineros fue publicado en la Gaceta Oficial No. 10162

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