viernes, 21 de noviembre de 2008

DESPUES DEL SILENCIO

Por José Rodríguez

Estos largos días de silencio coincidieron con el primer aniversario de Vida X Vida, evaluando el sentido que puede tener el esfuerzo que conlleva la realización de esta publicación. El desaliento muchas veces nos saca la lengua del sarcasmo. ¿Qué hacer en un país en el que nadie quiere ver ni escuchar nada que le comprometa?

El lunes 10 de noviembre, desde la altura de la cordillera Central, observábamos el desastre que se proyecta para toda la vida que habita la isla si Barrick Gold materializa su intención de explotar el oro de la cordillera.

Con impotencia miro a los campesinos, tan desorientados. Unos reciben pequeñas prebendas y otros, promesas de progreso.

Al regreso, saliendo de Rancho Arriba por Piedra Blanca, un buen pedazo de bosque recibía candela, a la vista y a la indiferencia de todos. ¿Qué hacer? Miraba y me preguntaba a mi mismo: ¿Cuánto tiempo hay que esperar para ver un árbol de ese tamaño? Con el fuego, esa historia del crecimiento de esos árboles, se borraba de un fua'. De repente, ví que, esta vez, no brotaban las aguas de las laderas, no como antes. Antes eran venas de la loma que mojaban la carretera.


Recién llegado a la ciudad, leo en una declaración de prensa que el director del INDHRI “se alarma” por el déficit de agua.

Sin duda alguna, el país requiere una dirección político-social responsable e influencias espirituales auténticas. ¿Hasta cuándo seguiremos jugando a la indolencia y a la indiferencia?

A nadie parece inquietarle la noticia de que encabezamos la lista de los países latinoamericanos de mayor exclusión social. Un llamado a cualquier iniciativa de construcción de ciudadanía, se cae porque nadie responde.

Desde esta modesta publicación hemos querido hacer una convocatoria permanente hacia un encuentro amoroso para construir puentes de intercambio solidario.

Ha llegado el momento de rectificar. Revisar qué está pasando con nosotros, sentirnos parte de lo que criticamos, para alcanzar un salto cuántico de consciencia. Es verdad que el mundo está en momento crítico, pero al mismo tiempo, se mueven corrientes que otorgan esperanzas. Tenemos ya la urgencia de reconocer los desafíos del presente y conectarnos con el corazón colectivo, para crear esa nueva red de conciencia que es la verdadera fuerza para el cambio que todos necesitamos.

¿Cómo sobrepasar los obstáculos cotidianos, el cansancio, la lucha por la supervivencia, sin perder el alma en caminos sin corazón?

El ser humano, como ser multidimensional, es un receptáculo que no puede parar de dar y recibir. Esa evidencia la confirmamos a cada instante en la geografía de nuestro propio cuerpo. Al beber agua estamos recibiendo. Luego, al orinar, estamos dando, que es lo mismo que devolver.

Desde un estado de permanente relación, tenemos que nutrirnos y descubrir nuestro camino y la manera de andarlo. Si cortamos las relaciones nos empobrecemos y nos enfermamos, dejamos de existir y si existimos, nos transmutamos en una cosa.  

1 comentario:

Reflexiones dijo...

Seamos como la gota de agua que con su persistencia horada la superficie más dura.
Las verdades que dices algún día serán oídas, mientras, no nos cansemos de decirlas y divulgarlas.
sigue adelante.