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Como es de conocimiento general, la amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, glándulas situadas en la parte posterior de la garganta, cuya función es proteger el cuerpo de cualquier posible infección. Cuando éstas se encuentran sobrecargadas o cuando el paciente se halla con las defensas bajas, pueden infectarse con los mismos organismos contra los cuales deberían proteger al cuerpo. Entonces se hinchan y se tornan rojas y pueden aparecer cubiertas por puntos blancos o amarillos de pus.
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Sus síntomas principales son dolor de garganta, molestia al tragar, cefaleas, fiebre, sensación general de malestar, dolor de oídos, mal aliento y tos seca. También puede producirse una hinchazón aguda en los nódulos linfáticos del cuello. Los casos más severos se acompañan también de anginas o de inflamación renal. La amigdalitis suele ser causada por una afección vírica o bacteriana (normalmente la bacteria estreptocócica) que es muy contagiosa.
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Los más afectados son casi siempre los niños menores de 9 años, pues estos no han desarrollado todavía resistencia a muchas infecciones; aunque los adultos también pueden resultar afectados, como es su caso.
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HACIA EL TRATAMIENTO NATURAL
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Las personas propensas a padecer amigdalitis pueden prevenir su aparición fortaleciendo su sistema inmunitario con vitamina C, ajo crudo en la ensalada y una dieta rica en cereales integrales, frutas (en especial cítricos) y verduras orgánicas.
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Para el tratamiento en sí, recomendamos lo siguiente: A nivel de homeopatía va muy bien usar Belladonna, ideal cuando la garganta está irritada y sensible; Hepat Sulphur, cuando el dolor es punzante y hay mal aliento; y Mercurius, si hay dolor al tragar.
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A nivel de la naturopatía: gárgaras con aceite esencial de árbol del té diluido en agua; masaje suave en el cuello con aceite de eucalipto diluido.
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Ayuno de un día para eliminar toxinas.
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En la ayurveda se ofrece: paño de aceite de mostaza sobre la frente.
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En la fitoterapia: hágase gárgaras con caléndula o salvia roja.
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Se recomienda la salvia (salvia officinalis) porque es una de las plantas más eficaces para aliviar diferentes afecciones bucales y dolores de garganta. Su poder astringente, antiséptico y antiinflamatorio ayuda a combatir llagas bucales, encías débiles, dolor de muelas e irritación de garganta. Esta planta también puede serenar los ánimos. Gárgaras con la infusión durante unos 15 o 20 minutos.
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El uso de barro puede ayudarnos mucho. Colocar una capa de barro en el cuello por una hora (mínimo).
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Puede consultar al doctor Félix Casas, un médico amigo que se encuentra en Nueva York. Tel. 212-569-7142
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José R.
Centro de Terapias Bioenérgeticas y Salud Natural
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