Centenares de años después, hay que ver esa otra cara de la civilización occidental, una cultura basada en la explotación del hombre y la naturaleza, que llegó a la América aborigen imponiéndose en base a dolor y exterminación.
El mundo “civilizado” no ha podido resultar peor, tan racional y cruel como en antaño, pero ahora mejor armado, más tecnificado y muy lejos de la felicidad por mantenerse ajeno a la espiritualidad.
Ahora el desafío es liberar los sentidos condicionados por los medios que sostienen el Stablishment y recuperar el don del niño que todos llevamos dentro para darnos cuenta de las energías celestes habitantes en nosotros, mostradas a nuestro alrededor en signos externos que no valoramos porque no están dentro de nuestra lógica y razón.
Sí…El don del niño (del que hablaba C. G. Jung) para ver lo incoherente, lo inseguro, lo inexacto de lo que no es lógico ni razonable, pero que nos permite ir uniendo las piezas del rompecabezas hasta dar un sentido a lo que nos rodea y acontece.
Nada ocurre por casualidad. Todo lo que nos sucede tiene que ver con el camino que seguimos. En el darnos cuenta, nos liberamos de una buena cantidad de lastres y de actitudes hedonistas y egoístas que empañan nuestra visión. De esta forma, amplificamos el mundo existencial y nuestra esfera de acción, percatándonos de que no por casualidad nos encontramos impedidos de convivir pacífica y solidariamente entre todos los seres (ser humano y naturaleza).
El mundo “salvaje” tenía mejores relaciones con la Madre Tierra, el Sol, la Luna, la Lluvia, etc. Es decir, era una vida en armonía con el cosmos, una vida feliz. Ante la situación actual, ¿podemos seguir invalidando esos saberes ancestrales? ¿Por qué seguir dando primacía a la parte cognoscitiva?
En esta perspectiva presentamos la siguiente entrevista realizada a un superviviente maya por la periodista española Esperanza Ibeas para la Red CM.
El último maya*
Entrevista a Félix Poót Chuk
LA CEREMONIA DURA UN DÍA. AL CAER LA TARDE Y CUBRIR LA NOCHE CON SU MANTO, LA MUCHACHA CASADERA COGE UNA FLORECILLA Y LA COLOCA EN SU CABELLO Y SE LA OFRECE AL MANCEBO. ESTO QUIERE DECIR QUE HA SIDO ESCOGIDO PARA ESPOSO. EL MANCEBO COGE LA FLORECILLA Y EL TALLE DE SU DONCELLA Y JUNTOS SE PIERDEN EN LA PENUMBRA DE LA NOCHE PARA ESPERAR AL CUARTO CRECIENTE, MOMENTO CRUCIAL EN EL QUE EL HOMBRE FECUNDARÁ A LA MUJER. TRES DÍAS Y TRES NOCHES DURA EL COLOQUIO DE AMOR, CUANDO DE REPENTE, TOC-TOC-TOC, ALGUIEN TOCA LA PUERTA. ES LA BELLA Y ARROGANTE PRIMAVERA QUE ENTRA COMO UNA VERDADERA FECUNDACIÓN. PERO NO VIENE SOLA, VIENE ACOMPAÑADA DEL GRAN KUCUN CAÁN O PLUMAJE CÓSMICO, QUE HABRÁ DE DOTAR DE SABIDURÍA CELESTE A TODOS AQUELLOS NIÑOS QUE FUERON CONCEBIDOS EN EL ÚLTIMO CUARTO CRECIENTE DE LA LUNA, VIENEN DE LA TIERRA DESDE LA CONSTELACIÓN DE LA OSA MENOR”.
Con este relato lleno de poesía, expresado con la dignidad que le confiere el pertenecer al linaje de los hoy escasos supervivientes ancianos mayas, FÉLIX POÓT CHUK nos introduce en el sistema ancestral bajo el que fue concebido. Habla con voz profunda y serena como aquél que se siente convencido de su verdad u orgulloso de su origen.
Este foso de tradición de una de las civilizaciones más polémicas tiene ahora 68 años y nos ha dejado (…) una estela de información única: sus hipótesis sobre incógnitas tan remotas como los orígenes del pueblo maya, del Universo, o sobre cómo fueron construidas las pirámides de su pueblo. Teorías tejidas con la suma de dos culturas (maya y cristiana), múltiples experiencias y el abono de un carácter tenaz e indagador. Todo ello dictado desde el depósito de sabiduría de su entidad pensante.
-¿Qué es una unidad pensante?
-El que está hablando para usted no es don FÉLIX, es una unidad pensante. A don FÉLIX puede considerarlo simplemente como un micrófono. Yo fui candidato a ella desde el momento en que mis padres siguieron las prácticas ancestrales de copular en un determinado momento, en un concreto instante, para que yo pudiera nacer el 22 de marzo, exactamente a las dos horas de la tarde. El Consejo de ancianos mayas, que saben reconocer qué niños han sido premiados con una unidad pensante, seleccionó a mis padres para que me llevaran a un determinado lugar y hacer con nosotros lo que ellos llaman Recordatorio, una especie de instrucción mediante la cual se le da principio al desarrollo mental del niño. Son doctrinas iniciáticas. La cualidad de la unidad pensante es que estas enseñanzas no se aprenden sino que son recordadas, tanto es así que antes que el anciano termine de hablar ya sabemos cómo sigue y no se borra. Es una sabiduría que uno tiene dentro por medio de la unidad pensante.
-Habla siempre en plural. ¿Cuántos niños eran?
-En mi tiempo, cuando yo fui detectado, éramos seis niños, pero en 1980, cuando visité Yucatán, me encontré con que sólo quedábamos tres, los restantes ya murieron. Los otros ancianos supervivientes viven en la selva y sólo hablan la pura lengua maya porque ellos nunca salieron de su tierra.
-¿Se continúan haciendo estas prácticas?
-Los ancianos mayas todavía buscan en todo lo ancho y largo de todo el dominio maya niños con unidad pensante, sí. Así como en la Biblia se ve cómo los tres Reyes Magos, por medio de los astros, pudieron identificar al niño avatar, así lo siguen haciendo hoy los ancianos mayas. Es la misma técnica, la misma sabiduría, sólo que los Reyes Magos detectaron una unidad pensante a nivel avatar. Eso es maravilloso.
-¿Cuántas unidades pensantes cree usted que habrá en la actualidad?
-No lo podemos determinar, pero más o menos unas doscientas o trescientas unidades pensantes en todo el mundo, porque no es exclusivo del pueblo maya. Las unidades pensantes pueden estar dispersas por todos lados, lo que ocurre es que son personas que pasan desapercibidas.
-Pero, ¿de dónde viene la inteligencia de la unidad pensante?
-Este servidor nació dentro del sistema que ya he explicado, de la intersección de la constelación de la Osa Menor. La inteligencia cósmica que los mayas llaman unidad pensante es nuestro maestro cósmico, viene de la quinta dimensión.
-Y, ¿qué es la quinta dimensión?
-Es Hunab Ku, Dios. Este segundo nombre o concepto se le dio en un tiempo posterior. Los mayas no tienen dioses, los llevarán otros después. Dios no es un concepto sino energía de quinta dimensión. En los albores de la energía Trina (1) le dieron un nombre Hunab Ku, segundo nombre de la energía Trina, que traducido quiere decir “fuente dadora”, “vibración universal”. Estas palabras en su verdadera esencia significan vibración. Si la luz que nos ilumina es vibración, entonces su fuente es Hunab Ku. Para mí es una fuente divina porque es dador de energía, pero no le adoro. Para el maya no existe dios ni demonio sino la energía con sus leyes. Por ejemplo, el hombre está entroncado en dos energías: la positiva que es de índole de quinta dimensión y la negativa que es de índole atómica. Existen pirámides que son centro de concentración física y mental, único lugar de contacto con Hunab Ku.
-¿Quién construyó las pirámides y cómo?
-Una pirámide o “efecto”, como la llamaban mis ancestros, es un lugar donde se retiraban los concentrantes a meditar. Se dice que un efecto es una forma triangular con poder cósmico. Hubo un tiempo en que entre los mayas existió un gran arquitecto y astrólogo: NOJOCH ICH TZAÁB (“cara grande de cascabel”), que dejo fórmulas, medidas, nociones de tiempo, de equinoccios y solsticios, y demás orientaciones para la construcción del gran efecto piramidal, pero no la pudo llevar a cabo a falta de un polarizador de materia. NOJOCH ICH TZAÁB está simbolizado en el cielo por la Osa Mayor. Más tarde, otro hombre traería esta misma unidad pensante con la finalidad de ejecutar su obra, pero esta vez con tres polarizadores de materia. Éste fue CHICHAN ICH TZAÁB (“cara chica de cascabel”). Llamó entonces a su pueblo y construyeron la pirámide de Kukun Caán (“plumaje cósmico”). Este personaje está representado en los cielos por la Osa Menor, constelación de donde provenía su inteligencia (2).
-¿Cuál es el origen de la cultura maya?
-La cultura y educación maya es de origen cósmico, hasta la propia lengua viene del cosmos. Al nacer el idioma nace también la doctrina de estos hombres que existieron antes del Diluvio Universal, o Bul Cabal, en maya. Los supervivientes a este desastre, hablantes de esta lengua perdida, serán los que den lugar a la raza maya cuando cojan la península, tres generaciones después de NOÉ. El hecho de que su desarrollo como pueblo fuera lento se debió precisamente a que su sistema de vida era de índole cósmico, a que su fecundación fuera basándose en el movimiento de los astros. El proceso para constituirse como imperio fue más lento todavía.
-Usted dice que los mayas no tienen dioses, pero existen representaciones, estatuas, que parecen decir lo contrario.
-Yo hablo de la pura cultura maya inicial, no de otras posteriores como la tolteca. Es una forma de expresión de su cultura. El arte de otra época.
-Del arte maya se han llegado a hacer interpretaciones relacionadas con seres extraterrestres, como en la tumba de Pakal, en Palenque. ¿Qué opina usted de esto?
-Los mayas no comulgan con extraterrestres. La razón la vemos en su génesis. Podrían existir seres, sí, pero no inteligentes. Nosotros tenemos una misión por la que estamos evolucionando física y mentalmente: adquirir conocimientos en su máximo nivel y llevar la inteligencia allá donde no hay. Cuando hayamos logrado por medio de esos conocimientos borrar la muerte, ya pesará sobre nosotros otra misión: llevar a otro mundo la inteligencia adquirida en la Tierra por medio de nuestras prácticas, ya como seres evolucionados. Esto ocurrirá cuando toda la humanidad haya nacido para esa finalidad, cuando ya nos hayamos convertido en semillas almacenadas en esta tierra listas para germinar en las sementeras cósmicas; germinar y llevar nuestros productos, nuestras semillas, a otro plano donde éstas no se conocían.
-¿En qué condiciones se haya ahora la cultura maya? ¿Hay jóvenes que siguen sus doctrinas?
-La mayoría ya se ha sumido en el olvido, sólo quedan algunos conocimientos, pero la práctica se está olvidando. Mayas puros no hay muchos ya, pienso que debe haber un promedio de 2,000-2,500 mayas, todos los demás son mestizos, lo que llamamos “yucatecos”.
-Usted hace muchos paralelismos entre los símbolos mayas y cristianos, ¿quiere decir con eso que todo pertenece a una misma filosofía?
-Sí, pero esto no soy el primero ni el único que lo dice. Todas las doctrinas en la Tierra son una sola, no cambia. Lo único que varía es la interpretación según el lenguaje del pueblo y su manera de entenderla. Cambian los símbolos. JESUCRISTO fue un avatar y el avatar de los mayas fue TIQUÍN CHÉ (“Palo Seco”). Según su nombre de nacimiento, más tarde elevado al grado Jalách o iniciado. El maya lo entiende como iniciado pero es lo mismo, ambos tuvieron dominio sobre la materia.
-¿Cómo se llega al dominio de la materia?
-Atravesando la barrera de la quinta dimensión mediante la concentración para lo que hay que tener una línea genética limpia y pura. El sexo tiene un importante papel en esto, en la concentración física. El físico es el más difícil de concentrar porque es el más contaminado, pero cuando se consigue, la mente se concentra sola. La mente, el subconsciente, el sexo, ya está preparado para que esta energía de quinta dimensión haga su contacto.
-¿Iguala mente y sexo?
-El 95 por ciento de la humanidad no tiene conciencia del potencial de la energía sexual y la desprecia eyaculando porque no conoce otros medios de consumirla, pero también se consume por medio de una concentración. Así los grandes concentrantes renuncian al sexo y cuando se acostumbran a consumir de esta forma la energía sexual renuncian definitivamente a las relaciones físicas. Éste es el caso de los avatares, de ahí que no dejen descendencia. Después de la concentración y una vez extraída la energía, el cuerpo desecha ya sin erección la semilla humana para recargar. El aparato reproductor funciona entonces como un transistor enorme que usado así nos permite ser dueños del sexo y no que él se adueñe de nosotros.
LA VIDA DE FÉLIX POÓT
Félix Poót Chuk nació en la selva de mítica península del Yucatán (Centroamérica), a la entrada de la primavera, exactamente a las 14 horas del 22 de marzo de 1927. Este hecho fue el primer indicio favorable para sus padres, que le habían concebido siguiendo las doctrinas indígenas basadas en los movimientos planetarios. El examen del consejo de ancianos le reconocía después, a los cuarenta años de edad, como portador de una unidad pensante, es decir, de una inteligencia no ordinaria capaz de captar información cósmica procedente de la quinta dimensión.
Pero mucho tiempo antes, cuando tenía nueve años, quedó solo con su perro en una choza al morir sus padres víctimas del hambre; una plaga de langosta había arrasado durante siete años el lugar, acabando con todo el grano y contaminando las aguas. Tampoco volvió un día el gran abuelo a instruirlo, ahora piensa que debió, igualmente, perecer de hambre. Sin conocer otro mundo fuera de la espesa y verde vegetación de la selva, sus pasos le guiaron durante dos días hasta el pueblo de Tekax. Desnutrido y harapiento permaneció escondido al acecho de una fuente de agua en donde bebía cuando no había nadie alrededor, hasta que dos niñas de su misma edad le descubrieron. A través de juegos le cocieron la ropa y le alimentaron. El señor cura, conocedor de la lengua maya, se hizo cargo de él. Le enseñó español y le encomendó a un maestro carpintero, oficio que hasta hoy, a sus 68 años, todavía ejerce.
Fue en Mexicali, cuando contaba 30 años de edad, donde empezó a sentir su integridad de hombre y a poner en la balanza de juicio las enseñanzas aprendidas de la sabiduría maya y las clericales. Unas en lengua maya, otras en lengua española. En la constante soledad del indio se suscita un choque de conceptos que insiste en responder, por un lado, en términos científicos antiguos, por otro, en términos religiosos. Sigue instruyéndose a la par en otras ciencias y sintetiza una serie de teorías que le dicta su unidad pensante. No obstante calla durante mucho tiempo dada la violencia que generan a su alrededor sus endemoniadas conclusiones, hasta que a los 50 años encuentra un ambiente favorable entre un grupo de profesores de Mexicali que escuchan sus explicaciones con atención. Desde entonces ha venido dando conferencias “allí donde ha sido convocado” sobre el origen del Universo hasta el instante en que el hombre puso los pies en la Tierra, según los mayas. (…)
2. Todas las teorías de Félix Poót se explican en su libro Rosalba del mar, Amor, Ciencia y Filosofía Maya. Ed. Siembra Olmeca (México).
*Félix Poót Chuk desencarnó años después de esta entrevista, en el 2005; la importancia y vigencia de sus planteamientos nos han motivado a compartirla.
Según sus calendarios cuando Cortés llegó a México, concluía un ciclo de trece cielos. Para su civilización comenzaba un ciclo de humillaciones. Podrían haberse detenido pero sabían que era mejor tomar otro rumbo, sus observatorios y santuario fueron abandonados y su sabiduría celosamente escondida.
La cultura Maya enseña los grandes secretos que encierra la madre naturaleza. Los mayas lo entendían como lo descubre hoy la ciencia moderna, que toda materia es vibración, y por tanto la vida humana está unida con los cuerpos celestiales a través de una ley cosmobiológica. Los mayas comprendieron esto y lo hicieron parte de su vida y su cultura.
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