viernes, 19 de diciembre de 2008

PALABRAS PARA EL CAMINO


¿Y no te da pena cuando te jactas de tu copa llena?
¿No recuerdas que se vaciará?
Lo bueno deja de serlo cuando queremos tenerlo permanentemente.
La posesión personal de la plenitud… conduce al estancamiento.
En el lamento vacío de la flauta encontrarás la plenitud del instante… no desees más… 
Detente en el tiempo mientras saboreas tu copa que está llena o casi vacía…
No crees la nostalgia de la plenitud… es un grave grillete, sólo sirve para fijarte en el tiempo… quieto… quieto.
Cuando contemples la flor… no te quedes con la imagen de su plenitud… contempla todos sus tiempos…
¿No es acaso bello el rojo carmesí de un pétalo caído?
¿No es acaso fascinante el despertar de un capullo? Ninguno es plenitud…
Y sin embargo, llenan nuestro corazón.
¿Tienes algo en contra del llanto de un niño?
Si sabes esperar… conocerás su silencio… su vacío… no querrás la plenitud.
¿Notas en falta el beso fogoso y apasionado, cuando se produce el suave roce de los labios, transparentes… silenciosos, sensuales… y llenos de intención?
¿Puede la voz maliciosa, disfrazada de cordero, romper el hechizo del amor? Si estás aún escuchando… no dejes de soñar esta noche… sabrás estar a tiempo.

EN EL CAMINO DE LO SIEMPRE POSIBLE

José Luis Padilla Corral   

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