martes, 2 de diciembre de 2008

EL APASOTE, UNA MALEZA REAL

Por Francisco Tamas

“Esta maleza fue el plato favorito del Rey Enrique de Inglaterra”. Helen Fox

En vista de que las perspectivas a corto plazo de la gente común de nuestro país están lejos de ser brillantes, la Comisión de Agrociencias de la Academia de Ciencias de la República Dominicana está investigando cada día más y más aquellas posibilidades nutritivas, comestibles y obtenibles que, para así decirlo, no cuestan dólares y, si es posible, ni siquiera cuestan pesos dominicanos.

Estamos estudiando aquellas oportunidades que se consiguen gratis y que nos ofrece “el comedor económico de Dios”, siempre generoso y bondadoso.

Hemos tropezado con una planta que tiene tantos nombres que ni se sabe cuál es el verdadero; de todas maneras, la ciencia ha establecido que proviene de las estepas siberianas del Asia Central, donde las tribus finougores la cultivaron ,ya en la era prehistórica y, según los eruditos, es la planta más antigua que haya sido cultivada por el hombre.

Hasta los cultos y refinados romanos de la antigüedad, consumieron esta yerba regularmente en su dieta sofisticada. Los anglosajones, llamaron a esta planta “melde”, pero, con el tiempo fue conocida como epasote, ipasote, té de México, té de los jesuitas, paico, yerba hormiguera, pie de ganso, yerba de puerco, tola bona, etc.

Los alemanes la conocen como fette henne (pollo gordo); los ingleses le dicen goosefoot o allgood; en cambio, la ciencia la denominó Chenopodium, cuya denominación incluye varias especies de esta planta interesante.

Aquí se trata de una riqueza natural nutritiva; esta yerba contiene más hierro y proteínas que la espinaca o el repollo; contiene vitamina B1, minerales como el calcio y enzimas valiosas.

Los indios de Arizona y Nuevo México la comen cocida o cruda en grandes cantidades. Ellos colectan las semillas, las muelen para harina, con la cual hornean un pan sabroso: esta harina es parecida al trigo sarraceno (buckwheat) y es igualmente nutritiva y saludable.

Dicen que la planta es especialmente útil para la juventud, porque fortalece el desarrollo de los huesos. Una sola planta contiene más de 70,000 semillas.

En estos tiempos, cuando cada vez más escasea la leche puede bien servir como alternativa, dada su gran riqueza en calcio, vitaminas A, Complejo B y otros nutrientes.

Esta yerba se cultiva mucho en México, donde al visitar las aldeas de los indios se puede ver en todas partes. Ellos la denominan “Quelite” y cultivan varias especies de la misma.

Igualmente, en Alemania (donde a veces la llaman Gansefuss) la dan a los pollos para su rápido engorde. Podremos ahorrar miles de dólares gastados en alimentos avícolas imitando a los alemanes.

Hay muchas variedades de esta planta interesante, pero se asemejan unas a otras, tanto que es difícil distinguirlas. Una de ellas, el “buen Rey Enrique” (chenopodium bonus-henricus) fue un vegetal muy querido en la vieja y feliz Inglaterra.

Pero, con el tiempo pasó de moda; sin embargo, hoy por hoy ha vuelto en marcha triunfal, la importan del extranjero y es muy costosa ya que solamente se sirve en los restaurantes de los “gourmet”, en el “City” donde come la gente adinerada.

Esta planta merece toda nuestra atención: deberá ser sembrada ya que es extraordinariamente nutritiva y no necesita cultivarse una vez sembrada.

Las plantas jóvenes pueden servir muy bien en las ensaladas y los topes de las hojas de las plantas ya desarrolladas, pueden utilizarse para preparar una delicadeza gastronómica tierna.

Las hojas mismas pueden cocerse como un vegetal cualquiera y también sirven para preparar una sopa vegetal nutritiva de color verde brillante que ahuyentará el hambre de los hogares humildes de Quisqueya.

En tiempos pasados, las semillas de esta planta fueron cosechadas en toda Europa: las sacaron, las molieron en una harina fina y prepararon panes, tortas, pasteles y caldos espesos muy ricos y nutrientes.

En varias partes de nuestra Indoamérica lo hacen así todavía. Pero, a parte de su valor nutritivo, hay otra razón por la cual deberá ser cultivada esta planta: es excepcionalmente amistosa con otras plantas. Sus raíces profundas penetran en el suelo y lo hacen más laborable, asimila los minerales del subsuelo y los eleva a la superficie ayudando así a sus plantas compañeras de raíces más cortas.

También sus hojas extensas recogen el agua y la facilitan a sus menos afortunadas vecinas en el huerto.

Una variante de esta planta es la “Quinúa” de los Incas en Los Andes, donde prospera en el altiplano desde milenios y es una de las causas que los Incas podían sobrevivir allí.

Otra variante fue cultivada por los Aztecas en México, la “Canihua”.

En los “Comentarios Reales sobre Los Incas”, de Garcilazo de la Vega, esta planta ocupaba el segundo lugar entre los granos cultivados.

En Honduras, los indios preparan docenas de medicinas de esta planta: un aceite volátil de paracineno, levolimoneno, silvestreno y alcanfor. También le extraen Ascaridol, resinas, gomas y clorofila.

Los médicos indígenas la usan para expulsar las lombrices tomándola en tisana; le atribuyen propiedades emenagoga, diurética y sudorífica. Pero tiene muchos usos mas…

En nuestro bendito país prospera esta planta cerca de Puerto Plata, en Barrabás; también existe en Barahona, en San José de las Matas y muchos otros lugares.

Nuestro pueblo la denomina “apasote”, el pueblo –sabio como es– utiliza las hojas en tés contra cólicos y dolores de estómago, como vermífugo y, también, contra la conjuntivitis. Da buenos resultados en casos de asma y contra ciertos parásitos de la piel. Podrá mitigar el hambre de miles de niños dominicanos en primer lugar…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hello everyone! I don't know where to begin but hope this site will be useful for me.
In first steps it's very nice if someone supports you, so hope to meet friendly and helpful people here. Let me know if I can help you.
Thanks and good luck everyone! ;)